Familia de Melissa Palacios duda de la imparcialidad de los jueces locales
El MP presentó acusación contra Fernanda Bonilla por homicidio en estado de emoción violenta y no por asesinato.
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El MP presentó acusación contra Fernanda Bonilla por homicidio en estado de emoción violenta y no por asesinato.
La familia de la joven universitaria teme que el asesinato quede en impunidad.
Un juez de Chiquimula apresuró al MP para que presentara la acusación contra Fernanda Bonilla por homicidio en estado de emoción violenta, aunque todavía no se ha resuelto la solicitud de reforma de delito. La familia de Melissa Palacios es querellante en el caso y sus abogados sostienen que Bonilla debe responder por asesinato, no por homicidio en estado de emoción violenta.
La influencia de la madre de la sindicada, Flor de María Bonilla Archila, excandidata a alcaldesa de Río Hondo por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) o de otros actores con nexos políticos o grupos de poder local, podrían estar operando para que el proceso se entorpezca, según los querellantes.
La joven de 21 años desapareció el 4 de julio de 2021 en San Jorge, Zacapa. Un día después, los bomberos la localizaron con señales de violencia en la aldea La Palma, en Río Hondo, Zacapa. Fernanda Bonilla y su guardaespaldas José Marroquín fueron ligados a proceso por asesinato, informó el Ministerio Público (MP) en 2021.
En diciembre pasado, el juez Maximino Morales le cambió el delito a Bonilla por homicidio en estado de emoción violenta y a Marroquín por encubrimiento propio. Con esa modificación también se buscó que los sindicados fueran beneficiados con una medida sustitutiva que les permitiera dejar la prisión preventiva.
La familia de Melissa no estuvo de acuerdo y pidió una nueva audiencia y cambio de juez, ya que Morales no tomó en cuenta los indicios del MP ni consideró pedir peritajes para acreditar la supuesta “emoción violenta” de Bonilla, explica Francisco Chacón, tío de Melissa.
Los chats entre Bonilla y Marroquín evidencian una planificación para asesinarla, según los querellantes. “Pero yo si la voy a matar a puros pijasos”, le escribió Bonilla a su guardaespaldas una noche antes de la desaparición de la joven universitaria.
Mientras la familia esperaba que se les asignara un juez imparcial, corrían los tres meses que tenía el MP para concluir la investigación.
Una burla
El expediente quedó a cargo del Juzgado de Chiquimula, donde el juez José Regalado emplazó al MP para que presentara la acusación. Días después, Regalado les dio audiencia para reformar el delito pero no resolvió, bajo el argumento de que el plazo para esa etapa ya se había agotado. Nos sentimos burlados, dice Chacón.
Los querellantes lograron un amparo provisional de la Sala de Chiquimula contra la resolución de Regalado, con la que buscan que Bonilla y Molina sean procesados por asesinato. Chacón dice que no quieren que el expediente salte a algún otro juzgado departamental, quieren que el caso se conozca en Mayor Riesgo.
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