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En la isla de Corfú, en el mar Jónico, sobre las doradas arenas de sus playas bañadas por un infinito mar turquesa, en la antigua Grecia, el sol se pone y el desnudo y sudoroso Hércules (el erastés) después de matar al León de Nemea (su primer trabajo) y raptar a Cerbero, el perro del Hades, (su doceavo y último trabajo) se dispone a disfrutar el merecido descanso del guerrero, en compañía de su joven amante y sobrino, Yolao de Tebas (el erómeno). En la antigua Grecia, el erómeno era un adolescente comprometido en una relación pederastica, con un hombre…
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