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Y hoy, que me entero que falleció hace ya un año, quiero ofrecerle este pequeño homenaje. A Markus Wizel, siempre en mi recuerdo. Raúl de la Horra Tuit En el colegio para jovencitos adinerados donde yo impartía clases de literatura a principios de los años setenta del siglo pasado, me preguntaba de dónde había salido ese extraño tipo con cara de extranjero que trabajaba allí, el cabello teñido de rubio y una dicción británica perfecta cuando se expresaba en inglés. Resultó que era un judío chapín, hijo de inmigrantes polacos que hablaban yidish y que se habían salvado del holocausto…
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