Con el asesinato del defensor comunitario Tereso Cárcamo Flores, el pasado 04 de diciembre, en horas de la noche, en el caserío El Volcán, aldea de La Paz en el sector Jiménez, del departamento de Japala, cuando regresaba a su vivienda, el Comité de Desarrollo Campesino, CODECA, suma 25 lideres de sus bases que en diferentes regiones pobres y excluidas de Guatemala han sido perseguidos y aniquilados de forma violenta, brutal, pero sobre todo inhumana. Cárcamo tenía 42 años y era un defensor de su región, que corresponde al Pueblo Xinca y que a partir de los Acuerdos de Paz en 1996 empezó a ser una de las regiones más codiciadas por la millonaria industria internacional que se dedica al extractivismo a nivel mundial de los recursos que están, en su mayoría, en el suelo y subsuelo de las tierras indígenas. La violencia, el desplazamiento, la inesperada invasión y