Periodismo en resistencia
Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras
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Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras
La prensa independiente tiene la capacidad única de asombrar con sus relatos. Opera con la paciencia de quien retira las capas finas de la cebolla, permitiendo al público observar con facilidad la naturaleza y el funcionamiento de las células del poder. Esto irrita a los dictadores y regímenes con deriva autoritaria, y a los poderes no estatales (o paraestatales) de naturaleza criminal. Esa capacidad única de la prensa es la que al final del día impide que se normalice el abuso de poder y la corrupción. Por eso no extraña que en los últimos cuatro años, a medida que toma impulso la regresión democrática, se desató en Centroamérica una feroz persecución contra periodistas y medios. La Nicaragua de Ortega-Murillo muestra el cuadro más atroz. Tras la represión de las masivas protestas sociales de abril de 2018 -que dejaron más de 300 muertos y 235 presos políticos, obligando además al exilio
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