Un partido político de nuevo tipo (I parte)
Hay que dejar de lado las proyecciones imaginarias, centrarse en realidades objetivas y respetar la democracia sin volverla de cartón, evitando convulsiones sociales.
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Hay que dejar de lado las proyecciones imaginarias, centrarse en realidades objetivas y respetar la democracia sin volverla de cartón, evitando convulsiones sociales.
La crisis de los partidos políticos deriva de no cumplir su función de oposición política ni de intermediarios entre la sociedad y el gobierno, evadiendo la responsabilidad social de entes auxiliares del Estado. Al orientar sus acciones en beneficio de grupos paralelos de poder convirtieron la pluralidad en una farsa, contradiciendo la esencia de la democracia, perdiendo credibilidad. Esa distorsión fomentó la perversión de la dirigencia, afectando el derecho de los ciudadanos de asociarse libremente y determinar con méritos democráticos la vida nacional. Siendo indispensable crear una alternativa política de cambio institucional, rescatando los valores sociales perdidos con la firme…
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