“Nearshoring”: Oportunidad regional
Este renovado interés de inversión en la región por parte de empresas multinacionales debe aprovecharse.
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Este renovado interés de inversión en la región por parte de empresas multinacionales debe aprovecharse.
La semana pasada se argumentaba que el nearshoring representa una oportunidad económica que no se había tenido en la región desde la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC) en la década de los ochentas. A diferencia del DR-CAFTA, en donde la apuesta consistía en aprovechar el renovado y mejorado marco regulatorio para atraer nuevas inversiones a la región; con el nearshoring el interés en invertir en la región surgió primero. La estructura del referido tratado, aunque de vital importancia, es un conjunto de condiciones predeterminadas que facilitan la inversión. No obstante, estar cerca de EE. UU. no es más que una condición necesaria. Las empresas multinacionales interesadas en relocalizar su producción de este lado del Pacífico buscan también dejar de depender de insumos intermedios que provengan del otro lado de dicho océano. En la jerga especializada: cadenas de suministros regionales confiables. Asunto que demanda que los gobiernos y los
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