El presidente perdió la razón
Su afectación histriónica base de política exterior.
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Su afectación histriónica base de política exterior.
Alguien —que no le quiere nada— sopla al receptivo oído presidencial que ejercer la “política” exterior, embozado en su histriónica personalidad y en los patios del Imperio, le da figura de estadista y garbo continental. La OEA, por ejemplo. En donde —además— el Secretario General es compa. Se lo ha creído el presidente y supone le reconocerá la historia universal; algo así como reencarnación de Bolívar. Va por allí, repartiendo odios, rencores e insultos. No expone ideas. Alardea orgullosamente con bravatas. Al punto que su perorata sobre el informe de la CIDH fue transmitida en directo por televisión abierta. Se…
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