Impersonal y controlable
La alternativa a la autorregulación es algo que los psicólogos llaman regulación externa de las emociones.
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La alternativa a la autorregulación es algo que los psicólogos llaman regulación externa de las emociones.
Si bien en las últimas décadas la población se ha vuelto más consciente de la importancia de la inteligencia emocional, no siempre se acaban aplicando las habilidades relacionadas con ella. Entre las más importantes tenemos la autorregulación emocional, fundamental para poder enfrentarse de forma eficiente, socialmente no disruptiva ni individualmente perjudicial, a todo tipo de situaciones que nos alteran anímicamente. ¿Qué es la autorregulación emocional? Se puede entender como autorregulación emocional a la capacidad del manejo óptimo de las emociones. Es decir, es un constructo englobado dentro de la inteligencia emocional intrapersonal que nos permite transformar una vivencia potencialmente estresante y emocionalmente alterante en algo que, aunque continúe siendo desagradable, comprendemos que es pasajero, impersonal y controlable. Tener buena autorregulación emocional implica ser capaz de identificar aquello que nos sucede, monitorizar su progreso e intervenir sobre el mismo para que acabe desapareciendo. La capacidad de autorregularse incluye la habilidad de
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