Publicidad
Las primeras lluvias y el paso acelerado de un calor intenso a una sensación térmica más fresca, hasta fría, con necesidad de arroparnos con un suéter gracias a esos primeros aguaceros que refrescan el ambiente, es lo que en Guatemala conocemos como un “cambio del clima”, el que según el saber popular es el causante de gripes, catarros y temblores. “Mayo y noviembre son meses de temblores, por aquello del cambio del clima”, apuntan los más doctos en materia del saber popular. Y hablando de temblores, esos que nos han movido la silla o la lámpara recientemente, me topé con un texto que habla sobre los terremotos del diecisiete. Testimonio de primera mano, como los hay pocos en Guatemala, pues inclusive los diarios locales se quedaron mudos y sin trabajar por larguísimo tiempo a causa de la debacle sísmica. El autor José Rodrigo Cerna escribió pasados los sismos del diecisiete
Publicidad
Publicidad