Cuando los extremos se tocan
Recordemos que no por ser instruido se es culto.
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Recordemos que no por ser instruido se es culto.
¿Qué tienen en común el extremista de derecha en Fox Tucker Carlson, el italiano de extrema izquierda Michele Santoro, Donald Trump, Nicolás Maduro y parte de la élite guatemalteca? Una fascinación cuasifetichista por Vladimir Putin; es irónico ver las opiniones de supuestas posiciones tan extremas convergiendo en su simpatía por un ex-KGB que agrede sin justificación a una nación soberana. Hace algún tiempo, comparaba esta situación con la acción que cometió Hitler en los Sudetes durante 1938; hemos visto salir numerosos lores Chamberlains en todo el mundo buscando apaciguar al oso sediento en pos de lo que se llamó entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial: “Una paz precaria”. Con un amigo veíamos el domingo pasado un Talk Show alemán donde invitaron al intelectual Harald Welzer, que encabezó las firmas de una carta abierta conminando a las partes volver a la mesa de negociaciones y pidiendo
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