Ética en la política
En el preámbulo del año electoral.
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En el preámbulo del año electoral.
Como conocen algunos de ustedes, apreciados lectores de esta columna de opinión, Dios me ha dado la oportunidad de laborar en tres ámbitos diferentes: la academia, la empresa y el servicio público. En este último campo, tanto como tecnócrata como político. En esta ocasión quiero referirme a un tema que se ha debatido desde siempre: ¿es acaso posible compaginar la ética con el ejercicio de la política? En realidad, no es cierto que la política tenga que renunciar a la ética para ser eficaz. Como expresara el papa Juan Pablo II, la historia tiene muchos ejemplos de éxito de la voluntad de negociación y de espíritu evangélico contra adversarios decididos a no dejarse condicionar por principios morales. Los ejemplos que constata la historia son una amonestación para quienes, en nombre del realismo político, quieren eliminar del ruedo de la política al derecho, la justicia y la moral. Es cierto, como
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