Musk llegó a un acuerdo de US$44,000 millones para comprar Twitter, lo que supuso un revés para el mundo de los medios de comunicación y la publicidad, justo cuando Twitter se adentraba en la temporada clave de ventas de publicidad conocida como NewFronts. A los profesionales del ‘marketing’ les preocupa que Musk vuelva a abrir las compuertas del comportamiento no cívico en la plataforma. Musk es visto como una especie de comodín para las marcas; el multimillonario ve a Twitter como una ‘plaza del pueblo’, donde el discurso debería ser relativamente abierto. Pero los anunciantes esperan que Twitter no se convierta en un baño público bajo su supervisión. En los últimos años, la dirección de Twitter ha tomado una serie de medidas para ayudar a que las marcas se sientan algo seguras en la plataforma, trabajando con grupos del sector como la Alianza Global para los Medios de Comunicación Responsables