¿Cómo sería Guatemala sin el saqueo constante?
Poco parece importar a los gobernantes pasar a la historia sin pena ni gloria, cuando tienen chequeras engordadas por el erario nacional.
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Poco parece importar a los gobernantes pasar a la historia sin pena ni gloria, cuando tienen chequeras engordadas por el erario nacional.
El hubiera no existe, es muy cierto. Tampoco se puede tener una bola de cristal que muestre lo que pudo pasar en el país si las cosas hubieran sucedido de manera diferente, sin tanta corrupción. Sin embargo, hay algo que no se puede negar, y es que el resultado de las gestiones gubernativas pudo —y debió— ser muy diferente. La corrupción es un problema que aqueja a la humanidad desde siempre. El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Esta es una frase que dijo a finales del siglo XIX el político inglés Lord Acton, y sigue siendo una verdad innegable que se ha comprobado una y mil veces a lo largo de la historia. Pero cuando la corrupción se ve en países como Guatemala, en donde la pobreza y pobreza extrema golpea a la mayoría de la población, hay que reconocer que aplica aquel dicho de
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