Fiscal Laparra, un rostro de la injusticia
Terribles juicios con dedicatoria.
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Terribles juicios con dedicatoria.
Estos tiempos han sido de terror para muchos operadores de justicia, agentes sociales y comunitarios. Así, desde la prisión dictada contra Thelma Aldana, urdida por huestes de Torres Casanova, Contraloría de Cuentas y la fiscala. Este ha sido el instrumento de represión del régimen y adláteres, hasta presumen de guante blanco. Encubren su oprobio en la “ley”. Sin embargo, es de público conocimiento que todas las querellas que subsiguieron a la persecución de Thelma Aldana han tenido por objeto amedrentar y acallar operadores de justicia que no siguen el libreto del régimen. Que actúan independientes e imparciales —como mandan ley y ética—. Esa conducta en este país no tiene reconocimiento. Al contrario, se persigue, denigra, encarcela. En cuerda separada, pero promovida por mismos actores, la persecución a campesinos y comunitarios ha mantenido un ritmo brutal. La acusación es genérica: usurpación agravada, aparejada de encarcelamiento, con el agravante de reiterada suspensión
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