“A usted no lo van a dejar elegir, a usted le van a negar la libertad de decidir”
Hago propias las palabras de Edmond Mulet.
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Hago propias las palabras de Edmond Mulet.
La crisis de la legalidad versus la legitimidad en la elección de nuestros representantes empieza a tomar una dimensión que nada tiene que envidiarles a los sistemas totalitarios. “Jugar a cartón lleno”, ni modo, así siempre ganamos. El truco está en quienes permitimos que compitan, si son nuestros compinches les hacemos la upa, si no impedimos su participación. Y recordemos que en Guatemala no es necesario encarcelar a nadie, una denuncia espuria y un expediente fantasma es más que suficiente para que en los ojos de nuestro purísimo y casto Tribunal Supremo Electoral un candidato se convierta en excandidato. Ese mismo tribunal donde falsificar un título de “doctor” sí es aceptable, pero escribir un libro autobiográfico no. Y en los ojos de ese tribunal también pesan los anteojos con los que se observa. Para muestra un botón: al expresidente Portillo le negaron su inscripción y el fundamento legal fue que
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