En el cumpleaños de M. Á. Asturias
Devoré aquella novela que me encantó.
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Devoré aquella novela que me encantó.
En 2016 se me volvió a cruzar en el camino El Señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias, y “oí” que me llamaba: “Leemeee, leemeee, otra veeez”, decía. Me resistí porque siempre hay otros libros tengo que leer. Libros que han escrito cuates míos; libros para mi trabajo y libros por placer, aunque en realidad los libros para mi trabajo y por placer son casi lo mismo. Luego recordé que no hay tal cosa como libros que “tengo” que leer, así como no hay cosas que “tengo” que hacer. Lo que hay, como explica F. Kofman, son “demandas” sobre mi tiempo y recursos.…
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