La inmundicia en los ríos
Sin propietarios, las aguas son de todos, y de nadie.
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Sin propietarios, las aguas son de todos, y de nadie.
En 1948 el río San Francisco inundó Panajachel. Mi bisabuela contaba que causó muchísimos daños. Ella misma, su casa y su hotel Casa Contenta sufrieron estragos de los que nunca se recuperaron totalmente. La estructura de la que ahora es mi cama sobrevivió al lodo y a las piedras. Pero aquellas agua y lodo de hace 73 años, no eran los de ahora cargados de “popodrilos”, “pipirañas” y “cacaimanes”. Como los de casi todos los ríos del país. En esta semana, José Eduardo Valdizán compartió imágenes que dan rabia del río San Francisco, del río Villalobos y del río Platanitos…
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