Que el Himno no pierda dignidad
Tanto la letra como la música del Himno son bellos.
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Tanto la letra como la música del Himno son bellos.
Que la versión oficial del Himno Nacional la cantaren jóvenes con voces espectaculares era genial; pero que al Himno se le cambiara el ritmo para “aggiornarlo”, o que se intentara cambiarle la letra con el mismo propósito, eso es “otro par de zapatos”. La tentación de modificarlo al calor de algún revisionismo ideologizado debe ser resistida. Por eso es bueno que el Ministerio de Cultura haya recapacitado y que el Himno conserve su integridad. No recuerdo en qué grado de Primaria aprendí el Himno guiado por las señoritas Anabella o Teresita y por la que era mi profesora de canto (cuyo nombre olvidé). Recuerdo que nos explicaron cada verso; y entonces fue que aprendí lo que significaba lamer el yugo, y lo que era el paladión. Objetivamente, tanto la letra como la música del Himno son bellos. Su letra, su música y su ritmo le aportan -a quien pone atención-
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