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La formidable alianza criminal que conocemos como el Pacto de Corruptos, integrada por el poder del Ejecutivo, el Congreso, la Corte Suprema de Justicia, las mafias criminales del narcotráfico, los oprobiosos sindicatos del Estado, la cúpula militar y grupos privados importantes, conducida y coordinada por el presidente Giammattei, tienen meses de estar conspirando contra la institucionalidad de la Vicepresidencia, la Corte de Constitucionalidad, el Procurador de los Derechos Humanos y la Fiscalía Contra la Impunidad. En las últimas dos semanas, este formidable sindicato criminal, con su eficaz maquinaria abrumadora, lubricada con un “tsunami” de recursos provenientes de la corrupción y el crimen, aprobaron un Presupuesto del Estado aberrante, caracterizado por gastos burocráticos superfluos e innecesarios, por un déficit fiscal irresponsable, que inevitablemente será fuente de inestabilidad financiera, cambiaria y del nivel de precios y de deuda pública que empieza a mostrar un desmesurado crecimiento exponencial. El Presupuesto de gastos sigue
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