Fue un Día de Gracias diferente
En Guatemala tenemos el día del fiambre o Día de los Muertos en el que agradecemos la vida, la abundancia y la posibilidad de compartirlas con familia y amigos.
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En Guatemala tenemos el día del fiambre o Día de los Muertos en el que agradecemos la vida, la abundancia y la posibilidad de compartirlas con familia y amigos.
Mi abuela decía que “Es de bien nacido ser agradecido” y en el Día de Gracias, que se celebró ayer, muchos agradecimos el trabajo, la salud, la familia, los amigos, el amor, y que no nos faltan techo y una mesa servida. Eso es bueno, por supuesto, porque ser agradecido nos ayuda a ser conscientes del mundo que nos rodea y de nuestros contextos; y nos recuerda que la realidad existe. Ser agradecido nos conecta con la cadena de causalidades que hacen posibles nuestras vidas. El miércoles, sin embargo, mi amigo Ramón me llamó la atención sobre dos de esas causalidades que parecieran ser las causalidades olvidadas que pocos agradecen. ¿Cuáles crees que son? Pues son la propiedad privada y el afán de lucro, que hacen posible la abundancia; idea que expone muy bien Lawrence W. Reed, en un artículo titulado Why the Pilgrims Abandoned Common Ownership for Private Property.
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