Tiempos recios
Cuando nos dejan libres, lo hacemos todavía peor.
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Cuando nos dejan libres, lo hacemos todavía peor.
La novela Tiempos recios de Mario Vargas Llosa produce compasión y lástima, sensación de derrota, porque nuestra pasajera revolución democrática queda reducida a memoria de chamuscas callejeras, y Guatemala al “bloody place” desconocido en el epígrafe de Winston Churchill, a país bananero, donde los poderosos extranjeros manipulan, los bandos locales se traicionan, y los actores individuales son vencidos, humillados, castigados y muertos. Se intuye una Guatemala lúgubre y fea, donde nadie confía en nadie, se traiciona, delata, conspira e intriga. La novela narra el entorno del asesinato de Carlos Castillo Armas. Los protagonistas centrales son Miss Guatemala, la amante del caudillo, y sus supuestos ejecutores, el dominicano Johnny Abbes García (enviado por Trujillo) y el chapín Enrique Trinidad Oliva. La ambientación histórica revuelve los acontecimientos de la contrarrevolución liberacionista, de pocas luces, producto de la fantasía yanqui maccarthista que llegó hasta nuestro patio, y por los intereses de una
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