Por respeto a los votantes
Para bien de las votaciones de agosto y para el de comicios futuros, debe –incluso– haber sanciones penales si hubiera actos delictivos.
Publicidad
Para bien de las votaciones de agosto y para el de comicios futuros, debe –incluso– haber sanciones penales si hubiera actos delictivos.
Las primeras votaciones que recuerdo son las de 1970; pero no tuve participación directa en el proceso hasta 1982. De aquellos tiempos, recuerdo historias de cómo los miembros de las mesas y los fiscales anulaban votos con lápiz labial en las uñas, o depositando cigarrillos encendidos en las urnas. Oí historias de desaparición de urnas en los centros de votación que había en fincas y aldeas; es célebre el apagón de Guatel en 1974; y de cuando el conteo de sufragios se hacía en el Congreso, oí la historia de un grupo de diputados que entró una noche a cambiar votos, o algo así. Así se hacían los fraudes. Ahora el fraude en las mesas es prácticamente imposible; aun si los digitadores (¿Millennials pomos para quienes un número es cualquier cosa que ellos sientan que puede ser?) han cometido errores. Esto es –principalmente– porque lo que prevalece son las
Publicidad
Publicidad