Queriendo hacer el bien
La entrega y el amor al prójimo no juega con dádivas y regalos, sino con acciones de lucha por capacitar para el trabajo y sobre todo el desarrollo personal.
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La entrega y el amor al prójimo no juega con dádivas y regalos, sino con acciones de lucha por capacitar para el trabajo y sobre todo el desarrollo personal.
“El camino al infierno está empedrado con buenas intenciones”, un sabio refrán que sigue sin ser escuchado por aquellos que tienen intenciones de amor, caridad, etcétera, y que se empeñan en poner en práctica, especialmente en el campo material aquello que, sin estudiar todos los resultados económicos, consideran que son la solución para resolver los problemas de la pobreza extrema, a la cual llamamos miseria, la cual tiene muchas variables que se combinan, en este caso consideraré como miserias principales la intelectual, la material y la de espíritu. En nuestras sociedades latinas, la gran mayoría de la población no tienen claro que el término pobreza económica es relativo a una comparación entre la riqueza de dos personas, familias o empresas. Una persona con bienes de diez mil dólares es pobre ante otra que los tenga de un millón de dólares y esta última es pobre si se le compara
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