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La Ley Electoral y de Partidos Políticos dispone que durante cualquier proceso electoral se prohíbe terminantemente otorgar y ofrecer prebendas, regalos o cualquier otra retribución que implique clientelismo político con fines electorales. Se entiende por clientelismo político al intercambio de favores, ventajas o promesas de regalos a cambio de votos o apoyo político. Quienes hacen acopio del clientelismo político buscan afanosamente que los “necesitados” se conviertan en sus dependientes, por medio de brindarles protección, asistencia o tutela, condenándolos con ello a la desconfianza, la impotencia, la sumisión, así como al círculo vicioso de la miseria, la marginación y la exclusión. El régimen clientelar de Otto Pérez (2012-6), al igual que el de Álvaro Colom (2008-12), centraron su gestión gubernamental en regalar alimentos y cosas a la gente “necesitada” (clientelas políticas), recreando la benevolencia de Evita, la esposa del presidente Juan Domingo Perón (1946-55 y 1973-4) en Argentina, también imitada por
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