Viviendo en los tiempos de Saint Germain y Cagliostro
Ambos fueron charlatanes consumados, aventureros y encantadores de personajes como Voltaire, Casanova, Goethe, Madame de Pompadour o Mozart.
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Ambos fueron charlatanes consumados, aventureros y encantadores de personajes como Voltaire, Casanova, Goethe, Madame de Pompadour o Mozart.
El siglo XVIII fue quizá la última época en que la alquimia y química convivieron en una simbiosis donde a la materia se le atribuía la existencia de un alma. El iluminismo francés llegó a su cénit con la creación de la Enciclopedia, un gigantesco proyecto intelectual dirigido por Diderot y D’Alembert. Era claro que Europa abandonaba las viejas convicciones que por centurias habían prevalecido y se aprestaba a sustituirlas por una concepción antropocéntrica que tendría a la razón como baluarte para solucionar los enigmas de nuestra existencia. No obstante, en medio de todo este entusiasmo científico-intelectual el mundo vivía en una dicotomía muy parecida a lo que hoy sucede en Guatemala, pues la insignia de las ciencias experimentales era contrapuesta con intensas expresiones de esoterismo y ocultismo. La física construía en el setecientos su código matemático y afirmaba la propia naturaleza aritmética; simultáneamente, conceptos como efluvios, influjos y
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