Época compleja y confusa
Esta situación, compleja y confusa, nos debe obligar a volver la vista y buscar en los elementos centrales de la existencia humana, las razones de vida.
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Esta situación, compleja y confusa, nos debe obligar a volver la vista y buscar en los elementos centrales de la existencia humana, las razones de vida.
Esa confusión que nos destantea hoy en día sobrepasa –y va más allá– del tema político (en el que no sabemos con precisión quiénes correrán en la próxima contienda política por los puestos públicos; ni sus propuestas de gobierno). Esa turbación de ánimo se vive también por la complejidad de la época en que vivimos, y en prácticamente todos los ámbitos de la vida. Turbación que no es exclusiva para nosotros –los guatemaltecos– pues afecta a prácticamente todo el mundo. Cabe entonces preguntarnos: ¿a qué se debe? Evidentemente hay varias razones; comento algunas a continuación. Por una parte, los tradicionales “relatos” que proponían una vida mejor –tanto el socialismo como el neoliberalismo– han demostrado sus grandes falencias; uno por asignarle al Estado más funciones de las que verdaderamente le competen, y que claramente hace mal; y el otro porque espera del mercado todas las soluciones económicas y sociales, lo cual
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