Publicidad
El Estado Mayor Presidencial de Alfonso Portillo estuvo dirigido por los narcomilitares Salam Sánchez y Napo Rojas. En muchas ocasiones su primer círculo de seguridad lo componían miembros de las narcofamilias Lorenzana y Berganza, que solían entrar en Casa Presidencial como Pedro por su casa. Por años, Portillo, como Ríos Montt, recibieron generosas mensualidades de la organización mafiosa de altos oficiales de inteligencia, conocida ingratamente como la Cofradía, que desde hace cuatro décadas, controlan las aduanas de puertos y aeropuertos y fronteras terrestres y, en términos prácticos, el Estado de Guatemala. A Sandra y a Álvaro Colom los cuidaba el narco Charlie Quintanilla que fue el secretario de la SAAS, institución responsable de la seguridad presidencial. Cuando, en su primer viaje al extranjero (Atlanta, EE. UU.), Álvaro Colom viajó con Quintanilla, las autoridades estadounidenses se vieron forzadas a decirle que si el jefe de su seguridad bajaba del avión sería,
Publicidad
Publicidad