Antigua y Atitlán
Este es mi homenaje a los bohemios, compositores, músicos y cantantes de esta maravillosa tierra, tan mal aprovechada por nosotros mismos.
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Este es mi homenaje a los bohemios, compositores, músicos y cantantes de esta maravillosa tierra, tan mal aprovechada por nosotros mismos.
Hace quince años presidí el Congreso Latinoamericano de Sociología que se realizó en la hermosa ciudad blanca de Arequipa, a los pies del enorme volcán Misti, en la República del Perú. Valga decir, que en esa ciudad nació y se desarrolló en sus primeros años, el escritor Mario Vargas Llosa. Supuestamente, nos iba a recibir el entonces Presidente de esa República, Toledo, que ahora se encuentra prófugo y procesado por el caso de los variados sobornos de la Odebrecht brasilera. Por ello, Patricia y yo estuvimos varios días en Lima, a la espera de ser recibidos, junto a otros miembros de la Junta Directiva de la Asociación Latinoamericana de Sociología –ALAS–; lo cual nunca sucedió. En la espera, nos tocó pasar el día de los Santos en Lima, mi vieja Lima, canción que cantaba mi abuelo Santos Carrera Balcárcel, acompañado de su infaltable guitarra española. Es tradición limeña, el 31
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