El árbitro no puede estar “jugando”
El futuro del país depende de un TSE claro y consciente de su rol.
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El futuro del país depende de un TSE claro y consciente de su rol.
Desde la Constitución de 1985 la institución que se enacargó en supervisar y de velar por un ordenado regreso a una era democrática ha sido el Tribunal Supremo Electoral (TSE). En Guatemala estamos acostumbrados a quejarnos de muchas cosas, pero hasta el día de hoy el TSE nos ha proporcionado de transiciones de poder en donde podemos estar a disgusto con los ganadores, pero todos han sido electos democráticamente. Nuestro sistema electoral está garantizado porque las mesas electorales están conformadas por juntas calificadoras independientes y supervisadas por los mismos partidos políticos a través de sus fiscales. Quien diga que en Guatemala se puede hacer fraude el día de las elecciones es porque no conoce nuestro sistema o simplemente prepara la excusa para su fracaso político. Lo que sí se puede dar es que se influya antes del día de las elecciones, limitando la participación de candidatos y/o de partidos,
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