M.A. Asturias, irrepetible hombre de dos mundos
Felicito al Tribunal Supremo Electoral y a la CICIG por el convenio para fiscalizar los partidos.
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Felicito al Tribunal Supremo Electoral y a la CICIG por el convenio para fiscalizar los partidos.
Al conocerlo en París en 1973 solo había leído del poeta El Señor Presidente, pues en Guatemala sus obras parecían cosa del pasado, un lugar común por su fama tras recibir el Premio Nobel. Su verbo florido y a ritmo de tambor eran ya de otra época e imitarlo era imposible. Pero leí una entrevista que le hizo Luis Harss y me abrió los ojos: en 1965 fue presidente del Pen Club que lo recibió de Arthur Miller, y compartió el Premio Internacional de Editores con Samuel Beckett, y luego el Premio Lenin de Paz. Entendí mejor al Gran Lengua, imán de sueños intuidos venidos de la realidad de los hombres de maíz que viven en dos mundos, el de la ficción y la realidad: allí los pueblos originarios cercenados en la historia de la explotación, la discriminación y el desprecio. Harss en un momento alaba el estilo de El
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