Qué Dios les otorgue el doble de lo que desean…
Es mejor para nuestras conciencias indignarnos por la tragedia, que procurar una vida digna para esta niñez y adolescencia.
Publicidad
Es mejor para nuestras conciencias indignarnos por la tragedia, que procurar una vida digna para esta niñez y adolescencia.
En una Guatemala que se indignó profundamente, aquel 8 de marzo de 2017, por la masacre cometida contra niñas y adolescentes, en el Hogar Virgen de la Asunción; donde una gran mayoría no daba crédito a lo sucedido y dijo ciento de veces, por las redes sociales, que condenaba el hecho y se exigía justicia. En una Guatemala que se dio golpes de pecho diciendo que lo sucedido no tenía perdón de dios. En esa Guatemala, que decía que las niñas y adolescentes eran producto de una sociedad en decadencia y que nunca más debería repetirse este incidente. En esa Guatemala debería ser motivo de indignación colectiva lo publicado en un Boletín Informativo de la Municipalidad de Jocotenango que circuló en estos días, en el cual se indicaba el rechazo profundo de algunos vecinos por la instalación de una casa hogar para albergar a niñas y adolescentes provenientes del Hogar
Publicidad
Publicidad