Nuevas reglas del proceso electoral
Donde está la ambigüedad se esconde la maña.
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Donde está la ambigüedad se esconde la maña.
Los chapines estamos preparados para aceptar la fatalidad, para perder, para que salgan mal las cosas, para morir, y nos da temor el triunfo y la ventaja. Siempre andamos como esperando lo peor. En pocos meses lo podremos comprobar, cuando nos arrastre la ola de la nueva campaña electoral, porque los ciudadanos nos confundimos al autoplantearnos la diferencia entre quién me parece la mejor opción para el país (que no ganará, congruentes con el pensamiento fatalista), por quién votaré yo (fruto de una decisión caprichosa e irracional, votando por quien me cae bien o en contra de quien me cae mal), y por quién creemos que va a ganar (porque será alguno de los designados por un poder supremo, o por los demás). Las nuevas reglas restringen los excesos de publicidad, pero el Tribunal Supremo Electoral podría provocar caos y deslegitimar el evento democrático por excelencia si abusara interpretando la
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