En una sociedad estable y segura, la política debe funcionar como un sistema en el cual existe una fluida y transparente interacción de la ciudadanía con las instituciones con que el Estado cuenta, para que basado en ello se facilite la vida y el trabajo de los ciudadanos. Cuando la política se desarrolla de esa manera, se puede atender las demandas más apremiantes de las personas; para ello el Estado responde con las políticas públicas y los servicios correspondientes de manera oportuna y eficaz. Esto no está sucediendo en Guatemala. El deterioro del sistema político guatemalteco tiene su máxima expresión en varias de sus instituciones, siendo quizá la principal en los partidos políticos que, como sabemos, no funcionan más que como vehículos electoreros carentes de propuestas políticas con ideología y consistencia. En este momento Guatemala cuenta con 26 partidos políticos, la mayoría con cerca de 25 mil inscritos y alguno