La nefasta “Presidencialitis”
Del diente al labio pedimos “equipo” pero realmente buscamos individualismo.
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Del diente al labio pedimos “equipo” pero realmente buscamos individualismo.
Durante los últimos días las redes sociales nacionales se inundaron con discusiones y memes sobre la “tripleta” que abrumaba a los mexicanos este domingo recién pasado. En el orden de importancia: el juego contra Brasil, la búsqueda de la mamá de ‘Luismi’ en su serie de Netflix y las elecciones generales. Dado que los tres eventos ya tienen desenlace, quisiera usar el más importante según yo como un claro ejemplo de un mal hispanoamericano llamado “Presidencialitis”. Andrés Manuel López Obrador, AMLO, fue electo presidente de México por una amplia mayoría. Al estilo de ‘Lula’ da Silva, la tercera fue la vencida. Odiado por unos y amado por una gran mayoría de electores, AMLO representa el mejor ejemplo de por qué nuestros países tienen tanto problema con sus presidentes. Todavía mantenemos una terrible “presidencialitis” en donde pretendemos que cual súper héroe, una sola persona sea capaz de resolver décadas de
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