ENFOQUE: Sufren migrantes… y para Pence, sonrisas
El vicepresidente estadounidense dijo qué hacer para frenar la migración a tres sonrientes y complacientes mandatarios.
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El vicepresidente estadounidense dijo qué hacer para frenar la migración a tres sonrientes y complacientes mandatarios.
Las migraciones son tan antiguas como la humanidad. En cada época han tenido diferentes orígenes, motivos y destinos, pero nunca se han detenido, toda vez que el ser humano busca siempre la manera de vivir mejor, gozar de libertad y oportunidades, mientras otras veces se huye por razones de violencia o represión. En el siglo XXI y el año 2018, se puede hablar de dos grandes flujos migratorios: desde Siria –pero también otros países de Asia, África y Medio Oriente– hacia Europa y; uno menos sensible, pero igualmente significativo, de países latinoamericanos –entre ellos Guatemala, El Salvador y Honduras– hacia Estados Unidos. Las causas son bastante diferentes, porque lo que sucede al otro lado del Atlántico es por razones de violencia extrema y hasta procesos de genocidio, mientras que en el lado de América se trata de la búsqueda de una mejor oportunidad de vida y, en menor grado, porque
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