El excelente reportaje del equipo de investigación de elPeriódico del lunes pasado sobre “La falsa aldea que favoreció el spa de Delia Bac” ilustra de cuerpo entero la entropía a la que ha llegado el distritalismo y la política en nuestro medio, buscando la riqueza personal a costa de la captura del presupuesto público, el IVA-PAZ, diversos aportes constitucionales y la planificación de la inversión. El proyecto de construcción de la carretera a la aldea El Paxtal, en el municipio de Sumpango, Sacatepéquez, y que costó Q1.9 millones, tiene algo de extraño: La aldea no existe. Lo más cercano a un poblado con este nombre es un terreno propiedad de la diputada Delia Bac. El proyecto fue respaldado por el Consejo Comunitario de Desarrollo –Cocode–, en el año 2010, y se hizo con la intermediación de una Organización no Gubernamental, de nombre Provida, siendo además que a la manipulada licitación