Los damnificados no deben ser revictimizados
La primera obligación del gobierno es atender el legítimo reclamo de los sobrevivientes por conocer el paradero de sus familiares.
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La primera obligación del gobierno es atender el legítimo reclamo de los sobrevivientes por conocer el paradero de sus familiares.
El traumático evento que significó la erupción del volcán de Fuego y cuyo saldo aún no ha sido posible medir ni siquiera en términos de vida, tiene a miles de sobrevivientes viviendo momentos indecibles de dolor y sufrimiento por la pérdida de seres queridos cercanos, la desaparición de sus hogares y comunidades y la ruptura de todo el entorno social en que vivían. Lo menos que merecen estas personas es volver a ser víctimas de abusos e indiferencia provocados por indolencia o mediocridad de las instituciones llamadas a atenderlos durante el periodo de emergencia, rehabilitación y reconstrucción. La angustia y el calvario que viven muchos sobrevivientes por saber el paradero de sus familiares desaparecidos debe ser un asunto prioritario en el protocolo de actuación en la fase de la emergencia. Mantenerlos en los albergues sin dar respuesta coherente y coordinada a su demanda de búsqueda de los restos de sus
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