El gobierno de la incompetencia
Al final, parece ser que la única obsesión de la clase gobernante es castigar a la sociedad por su apoyo a la lucha contra la corrupción.
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Al final, parece ser que la única obsesión de la clase gobernante es castigar a la sociedad por su apoyo a la lucha contra la corrupción.
La erupción del volcán de Fuego ha extinguido cualquier vínculo de confianza que la sociedad pudiese reconocer hacia el gobierno actual. Mientras el pueblo arde de indignación, surge la pregunta: ¿De dónde puede surgir la gigantesca irresponsabilidad criminal ante un fenómeno natural que no tenía por qué desembocar en semejante tragedia? Una respuesta a esta interrogante debe reconocer, de manera simultánea, la estupidez más transparente con la peor idiotez moral. Actuar con inteligencia, especialmente desde los centros de decisión estatal, exige la capacidad de anticipar el surgimiento de cualquier crisis. Este rasgo está ausente del gobierno, empezando por la increíble ineptitud del presidente Jimmy Morales, la cual se manifiesta en terribles errores que cualquier asesor, medianamente competente, podría avizorar. Pero parece que el presidente gusta rodearse de incompetentes. Esto lo ilustra el caso del Ministro de Ambiente y Recursos Naturales, el cual, sin el más mínimo conocimiento, maneja una de
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