Dueñez* empresaria ¿Ha muerto el organigrama?
La discontinuidad prevalece hoy debido a la obsolescencia. Solo permanecerán y crecerán empresas flexibles.
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La discontinuidad prevalece hoy debido a la obsolescencia. Solo permanecerán y crecerán empresas flexibles.
Entre los instrumentos de la administración que hemos mantenido por más tiempo se encuentra el organigrama. Esta es la herramienta más común para aplicar los principios de la definición de funciones. Taylor, Fayol y otros establecieron, hace ya un siglo, las bases para optimizar el desempeño de las organizaciones. Sus propuestas han evolucionado y muchas otras corrientes del pensamiento administrativo han ido enriqueciendo y actualizando los mejores métodos para eficientar el rendimiento de los equipos humanos. El doctor Carlos Llano dijo, hace décadas, que la definición de funciones se encuentra en crisis. Afirma que hemos pretendido darle al organigrama una importancia que no tiene, y que sus limitaciones crecen mientras más rápidos y complejos son los cambios en nuestro entorno. Llano sostiene que las técnicas funcionales van dejando de tener importancia, y que son las capacidades directivas, diseminadas por toda la organización, las que permiten a la empresa responder a
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