El supermercado y el sistema electoral
La integralidad de fomentar mayor competencia, reordenar distritos y abrir listados.
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La integralidad de fomentar mayor competencia, reordenar distritos y abrir listados.
Quizá la mejor forma de explicar las debilidades del modelo de representación generado por el actual sistema electoral, es hacer una analogía con un Supermercado. Actualmente, el Supermercado electoral está abastecido por unas cuantas marcas. Pero estas han cerrado filas y buscan evitar que entre nueva competencia. Lógico. Cualquiera que ha asumido el costo de ingresar al sistema, naturalmente quiere limitar que otros lo hagan. Por ello, las marcas electorales desean mantener barreras altas de ingreso: 25 mil afiliados, requisitos de organización en 50 municipios y 12 departamentos, por mencionar algunas. Pero el problema no se queda ahí. Resulta que en el supermercado las góndolas son excesivamente grandes y desordenadas. Y peor aún, los productos están mezclados, lo que limita una adecuada segmentación. En la misma góndola, usted encontrará frutas, bebidas, artículos de limpieza y farmacia. Esto ocurre en el sistema electoral por la existencia de distritos electorales sumamente grandes.
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