Buscando paz en la impunidad II
Una combinación de campañas “civilizadoras” y de barbarie.
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Una combinación de campañas “civilizadoras” y de barbarie.
La violencia estatal que se incrementó a mediados de 1970 no puede abordarse de manera general, sin diferenciar la violencia urbana de la rural y menos reducir las acciones del ejército a un conflicto político-ideológico porque esto eximiría de responsabilidad a paramilitares y al Estado, lo que aportaría a la impunidad, a re-victimizar y propagar la violencia hacia los sobrevivientes. Al contrario, la estrategia militar rural, posterior a 1976, responde a lógicas e intereses dependiendo de la región, del nivel de organización de las comunidades y de la presencia de terratenientes o intereses económicos en el área donde las campañas militares se ejecutaron. Y aunque la violencia urbana respondió a intereses concretos del Estado, ésta se desenvolvió con operadores y tácticas distintas a las ejecutadas en áreas rurales. El nivel de saña y crueldad de las fuerzas del Estado y paramilitares contra poblaciones mayas desarmadas, el reclutamiento forzoso exclusivamente de
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