Dulce tormento

Dicen que trascender es rebasar tiempo y espacio. Es estar siempre vivo a pesar de la muerte. Trascender es tener algo que decir sin importar viento, penumbra o posible futuro. Es ir más allá. Y vaya ejemplo el de Otto René Castillo. Se aplaude, se agradece la reciente publicación de F&G Editores, Vamos Patria a Caminar. Es un regalo invaluable para el alma. Por favor, no se lo pierda. Devórelo. Engúllalo. Gócelo: “Un día/los intelectuales/apolíticos/de mi país/serán interrogados/por el hombre/sencillo/de nuestro pueblo./ Se les preguntará,/ sobre lo que hicieron/cuando/la patria se apaga/lentamente,/como una hoguera dulce,/pequeña y sola”. Y vea esto: “Ay, mi negra,/cómo me duele ya/el día que te irás/todos los días de mí.” “Dame ese beso, mi negra./Libértale sus alas a tu labio./Déjalo que vuele hacia mí,/que soy su libertad sobre el planeta”. Sus palabras publicadas en la revista Lanzas y Letras, en septiembre de 1958, son otro ejemplo