Dueñez* empresaria La Dueñez hace la diferencia
El rol de dueño está descuidado en las empresas, y solo tomándolo con seriedad estas podrán permanecer y crear valor también para la sociedad.
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El rol de dueño está descuidado en las empresas, y solo tomándolo con seriedad estas podrán permanecer y crear valor también para la sociedad.
El papel del dueño es cada vez más importante en el mundo corporativo. Las organizaciones de negocios, y de todo tipo, necesitan mucho más que una buena dirección. Por haber pensado que el destino de las empresas debía depender del buen desempeño de su Dirección General y su equipo gerencial, muchas compañías han perdido el rumbo. Nadie puede sustituir al dueño en las tareas que le corresponden. La Dueñez no es delegable. Cuando los propietarios no ejercen su propio rol crean un enorme vacío de poder que suelen ocupar los directivos, desvirtuando su quehacer y confundiendo la naturaleza de su poder. En las últimas décadas hemos visto escalar al “management” hasta desplazar incluso a los patrones a quienes les deben su lealtad. Los gerentes han tomado en el mundo empresarial tal fuerza que han opacado al empresario en la dinámica del poder. Nuestros negocios adolecen así de la carencia de
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