La falacia de la motivación
Lo que realmente cuenta es la disciplina.
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Lo que realmente cuenta es la disciplina.
En algún momento de la historia reciente –ignoro cuándo exactamente– la motivación tomó relevancia predominante y su aura de infalibilidad empezó a permear todas las capas de la literatura pop. Una categoría completamente nueva surgió en las librerías bajo el nombre de “literatura de autoayuda” y luego con el mote más explícito de “automotivación”. Así las cosas, la motivación pasó de ser reconocida como solución garantizada a procedimiento ineludible. La motivación fue pues reina en una casa confundida. Adelanto que pocas cosas relevantes han sucedido de la mano de la motivación. Es en realidad la disciplina la que mantiene firme el curso, la que hace que el andar prosiga cuando todo parece oscuro y el entorno se vuelve frío. Ninguna cantidad de motivación hará a una persona levantarse temprano en el frío de la mañana, día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Ninguna cantidad de motivación hará a
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