Redes de afecto

En el ‘Sueño de sociedad’ construido entre feministas, planteamos que desde el nacimiento hasta la vejez, las personas deberíamos tener garantizados los derechos humanos básicos que incluyen afecto, alimentación, abrigo, vivienda, acceso a conocimientos, posibilidades de desarrollo y espacio para el descanso, entre otros tantos. Eso implica que, como sociedad, se cumpliría el compromiso de establecer y sostener un fornido sistema de redes de cuidado donde todas las niñas y niños puedan venir al mundo en condiciones adecuadas para su crecimiento, y crecer, envejecer y morir con dignidad. Un lugar donde el respeto y la seguridad sean responsabilidad de todas las personas. Todo ello requiere, por supuesto, otras formas de concebir la sociedad y de organizarnos para la convivencia. Inconformes con el orden patriarcal y dispuestas a transformar esa realidad, las mujeres siempre se han rebelado contra los mandatos impuestos, como la obligatoriedad de la reproducción, del servicio a los