La pesadilla como lucidez
Divertimento sobre el sinsentido como único sentido de la vida.
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Divertimento sobre el sinsentido como único sentido de la vida.
Dice Cioran que “El pesimista debe inventarse cada día nuevas razones de existir: es una víctima del ‘sentido’ de la vida”. Y lo dice porque, para él, el único sentido de la vida es su sinsentido. Inventarse nuevas razones diarias para vivir es la prueba fehaciente de esto, ya que, si de verdad existiera un significado unívoco para vivir, la constante invención de “razones” para seguir haciéndolo no tendría objeto. El pesimista asume –perenne o momentáneamente– este sinsentido y por eso se deprime, piensa mal y acierta, comprobando una y otra vez que la ausencia de significado lo obliga a dotar a todo lo real (concreto y espiritual) justamente de aquello de lo cual carece. Pero el hecho de que el pesimista sea una víctima del (sin) sentido viene dado por la obligación que siente de justificar sus actos remitiéndolos a una trascendencia que no es tal porque emana de
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