Urgencia de reformas constitucionales
Está en cuestión el imaginario criollo.
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Está en cuestión el imaginario criollo.
Pese a la resistencia y lo anquilosado de la “estructura mental” del poder real de este país: élite económica y brazo armado. La cuestión político/social muestra avances. Lentos y aún precarios –para nuestras urgencias– y que sin embargo, alimentan el reclamo de cambio. El ritmo cansino de este proceso, obedece a múltiples factores. El anotado: resistencia oligárquica; y el decurso natural de la historia. Esta se escribe con letra popular. Su andar es lento; lleno de vicisitudes y por sobre todo virtuoso, y lo virtuoso, es añejo. Así que los que sueñan con que el proceso transformador se “pasmó”. ¡Están equivocados! lleva un añito, esta etapa. Esto apenas empieza. Como lo acuñó la consigna de la plaza. Que el poder se opone a la reforma. Obvio. Lo poco que hemos avanzado ha sido a costa de ellos… del sacrosanto “estado de derecho”. Basta ver el aspaviento que se está haciendo
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