Dos populistas de campeonato
Para todos es conocido el poder de destrucción de la sociedad que tiene el populismo.
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Para todos es conocido el poder de destrucción de la sociedad que tiene el populismo.
La Venezuela de Chávez y Maduro es un claro ejemplo del engaño populista y sus miserables resultados; socialismo con demagogia (populismo) destruye las fuerzas creadoras y empobrece a todos, con excepción de la elite dirigente. Pero ahora tenemos dos nuevos ejemplos de populismo, con un potencial destructivo enorme: El papa Francisco, con mil doscientos millones de seguidores, en entrevista con el diario español El País nos dice: “Hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico, de ese que yo condeno en Evangelii gaudium cuando digo que esta ‘economía mata’”. Otra joya de falsa intelectualidad: “La gente emigra buscando. Porque los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias”. El liberalismo económico no existe en Latinoamérica (excepto Chile), región en donde predomina el mercantilismo, la ausencia de Estado de Derecho, la corrupción y la influencia del catolicismo. Los países con mejores índices de libertad económica (liberales
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