Adiós a Carlos Guzmán Böckler
El doctor Guzmán Böckler tenía una fe inmensurable en la juventud.
Publicidad
El doctor Guzmán Böckler tenía una fe inmensurable en la juventud.
No tengo memoria del momento exacto en que conocí al Dr. Guzmán Böckler, solo sé que siempre supe quién era. De pequeña me emocionaba la promesa de mi madre de llevarme a su biblioteca, un espacio casi mágico que ocupaba una casa entera. Aún recuerdo la emoción que sentí al entrar, estaba rodeada por miles de libros mientras él me mostraba distintos tomos explicándome historias, autores y ediciones. Disfruté las visitas a su casa, él solía sacarme un globo terráqueo y pasaba horas narrándome sucesos de distintas regiones del mundo. Conocí de su formación en Chile y Francia, atravesadas por los recuerdos de su amada esposa. Me relataba anécdotas de sus años de estudiante de Derecho, inculcándome “que cualquier forma de aplicación de la ley no solo está determinada por el conocimiento que se debe tener del Derecho sino por el grado de sensibilidad humana y social que priven en
Publicidad
Publicidad